jueves, 24 de abril de 2008

Los fenómenos de El Niño y La Niña

El Niño y La Niña son los nombres de dos fenómenos atmosféricos-oceánicos que se presentan cíclicamente en períodos varia­bles de 2 a 7 años. Tienen mayor incidencia en el océano Pacífico y sus alrededores, a la latitud del ecuador. Las consecuencias que generan afectan tanto el ámbito regional como el global, pues transforman el estado del tiempo de casi toda la Tierra. Por ejemplo, durante el episodio de El Niño 1997-98 la temperatura en Mongolia alcanzó los 42° C y las precipitaciones en el centro de Europa ocasionaron una de las mayores inundacio­nes del siglo XX.
Las consecuencias afectan severamente la vida social, económica y política de los países. En las áreas normalmente húmedas, se origi­nan prolongadas sequías, en las zonas áridas se producen torrenciales lluvias y olas de frío o de calor en distintos lugares del mundo. Esto provoca graves pérdidas en las actividades económicas, sobre todo en las actividades pri­marias, por lo que afectan mucho más a los países en desarrollo donde estas constituyen la base de su economía. Por ejemplo:
• las sequías aumentan la mortandad del ganado y los incendios forestales que conta­minan el ambiente y provocan pérdida de la biodiversidad;
• las lluvias torrenciales provocan graves inundaciones y aluviones de barro y rocas;
• el aumento de la temperatura de las aguas aleja de algunos bancos pesqueros es­pecies ictícolas muy importantes por su va­lor comercial, por lo que se perjudica la acti­vidad pesquera;
• otra actividad afectada es el turismo, fuente de ingreso para estos países.

La circulación atmosférica-oceánica en tiempos normales
Los vientos alisios soplan de Este a Oeste y arrastran las aguas cálidas superficiales del océano Pacífico hacia su sector occidental. Por este motivo, en las costas asiáticas y aus­tralianas, el mal:.encuentra alrededor de 50cm más alto y con 7° C a 9° C más de temperatura que en las costas americanas.

¿Qué sucede cuando se presenta El Niño?
En los años en que se presenta El Niño, se origina una alteración en la presión at­mosférica sobre el océano Pacífico, que dis­minuye cerca de Tahití y aumenta al norte de Australia. Los vientos alisios se debilitan o incluso desaparecen y, por lo tanto, se ori­ginan, tanto en la atmósfera como en los océanos, grandes anomalías. Los vientos ali­sios no tienen fuerza para arrastrar las aguas cálidas superficiales hacia las costas asiáticas, entonces estas regresan a las costas america­nas formando la contracorriente El Niño. Esto provoca efectos atmosféricos y oceáni­cos contrarios a los tiempos normales. Es decir, en las costas asiáticas aparecen las se­quías, los incendios en los bosques, etcétera. En las costas americanas, se desatan grandes temporales tropicales, que acarrean aluvio­nes e inundaciones.

¿Qué pasa cuando aparece La Niña?
Se produce un mecanismo inverso al que originó a El Niño: la presión atmosférica su­be en Tahití y baja en Australia, se restablece la dirección de la circulación normal, pero con más fuerza. Los vientos alisios soplan con más intensidad que la normal y arras­tran hacia el Pacífico occidental mayor volu­men de agua, lo que provoca que aflore más cantidad de agua fría en el Pacífico oriental. Esto origina precipitaciones superiores a las normales en Asia, Australia e incluso en África del Sur. Mientras tanto, desciende la temperatura sobre las costas americanas y aumenta la aridez y la frecuencia de los hu­racanes en la planicie central de los Estados Unidos.